– 1 cebolla colorada picada
– 2 dientes grandes de ajo picados
– 200 ml de leche
– 30 g de harina
– 30 g de manteca + adicional para enmantecar los ramekines
– 4 huevos, claras y yemas por separado
– 50 g de sardo rallado
– 75 g de queso azul desgranado
– 1 cucharada de mostaza de Dijon
– Sal y pimienta negra recién molida
Enmantecamos los ramekines, los espolvoreamos con parmesano rallado y llevamos a frío.
Precalentamos el horno a 180*.
En una sartén grande con el aceite de oliva salteamos la cebolla y los ajos a fuego medio, agregamos los hongos y continuamos la cocción hasta que se hayan tiernizado y reducido, unos 5 minutos. Agregamos las espinacas, salpimentamos, mezclamos, cocinamos por otros 3 minutos y retiramos del fuego.
En una cacerola pequeña derretimos la manteca a fuego medio, agregamos la harina, mezclamos y cuando comienza a burbujear retiramos del fuego e incorporamos la leche. Retornamos al fuego, siempre mezclando, salpimentamos y continuamos la cocción hasta lograr una salsa blanca espesa.
Retiramos del fuego y mientras revolvemos vamos agregando las yemas de a una, los quesos, la mostaza y la mezcla de espinacas.
Batimos las claras a punto de nieve e incorporamos 1/3 a la mezcla anterior, revolviendo bien. Agregamos luego el resto y con una espátula realizamos movimientos suaves y envolventes de modo de integrar sin quitar el aire de las claras.
Llenamos los ramekines hasta 3/4 y horneamos por 20 minutos cuidando no abrir el horno antes de los 15. Servimos de inmediato.