MASA CLÁSICA(2 porciones)
– 100 g de harina 0000 (refinada)
– 1 huevo
– 1 pizca de sal
– 1 huevo
– 20 g de espinacas, una vez blanqueadas y muy bien escurridas
– 1 pizca de sal
RELLENO, 4 porciones
– 150 g de ricota fresca
– 75 g de muzzarella en trozos pequeños
– 75 g de parmesano rallado
– 1 paquete de espinacas menos lo empleado para la salsa
– Pimienta negra y nuez moscada
SALSA, 4 porciones
– Sal y pimienta negra recién molida
– Parmesano recién rallado para espolvorear, opcional
Lavamos las espinacas, quitamos los tallos gruesos y cocinamos en microondas por 2 minutos en recipiente tapado; dejamos entibiar y escurrimos presionando tanto como nos sea posible. Tomamos 20 g y procesamos junto con el huevo.
Hacemos una corona con la harina y la sal, volcamos en su centro el huevo saborizado y con un tenedor vamos incorporando la harina al centro mientras revolvemos. Continuamos integrando con la ayuda de un cornete, volcamos sobre la superficie de trabajo y amasamos por unos minutos hasta obtener una masa suave. Hacemos un bollo, envolvemos en papel film y dejamos reposar.
Para la masa al huevo tradicional seguimos el mismo procedimiento sin añadir las espinacas.
Para el relleno picamos finamente la espinaca remanente, mezclamos con los quesos y condimentamos.
Estiramos la masa hasta el punto 7 de la máquina y dividimos en 2 ó 4 tiras de tamaño similar. Enharinamos la base de una tira, la colocamos sobre el molde de pastas elegido y con una cucharita vamos colocando el relleno. Cubrimos con otra tira, presionamos suavemente y luego pasamos un rodillo de modo de marcar y cortar. Volcamos sobre la superficie de trabajo y con un corta pasas completamos el cortado. Recuperamos y volvemos a estirar la masa excedente.
Con un cuchillo filoso hacemos una cruz superficial en la punta de los tomates y los llevamos a un recipiente con agua hirviendo por 30’. Colocamos en un bol con agua fría y luego pelamos fácilmente. Quitamos las semillas y la parte blanca interior y cubeteamos. En una cacerola ponemos a hervir abundante agua.
Unos minutos antes de poner a hervir la pasta, en una sartén grande cocinamos la manteca hasta que comience a oscurecerse y a despedir su olor característico; incorporamos entonces las hojas de salvia, mezclamos y continuamos la cocción hasta 3 ó 4 minutos.