Clases de cocina personalizada

VARENIKES DE PAPA Y CEBOLLA "DE LA NONNA", BUENÍSIMOS!

Anoche fui a visitar a mi amigo Gaby K. quien cada tanto me invita a su casa a…cocinar. Había estado todo el día trabajando en la cocina preparando un pedido de 30 docenas de knishes (cada tanto sucede, ejem: la mitad de salmón ahumado y el resto de berenjenas, papas y queso azul) y tenía bien pocas ganas de cocinar también por la noche, lo cual comenté resignado a Claudia P. mi “socia” en esto de los knishes.  Y Claudia tuvo una idea brillante que compré de inmediato: que llevara llevara el riquísimo relleno de knishes de papa y cebolla que había sobrado y preparáramos con ese relleno varenikes que hasta podría preparar Gaby mismo!

A Gaby le encantó la idea (de los varenikes, no de prepararlos él mismo…) así que luego de unos tragos, que sí preparó,  nos pusimos manos a la obra.

Los varenikes los denomino “de la nonna” porque al estilo italiano la masa está hecha 100% al huevo (sin agua), cosa que las bobes por cuestiones de restricción económica supongo no hacían, y la cebollita frita sazonada con abundante peperoncino, lo cual no recuerdo jamás haya hecho mi propia bobe…Están además “fritos de un solo lado” lo cual tampoco recuerdo como tradición familiar… Resultaron riquísimos,  probablemente los mejores que haya comido! (Gaby si leíste hasta aquí espero tu objetivísima opinión…). Para 4 personas, estimativamente:

MASA
– 300 g de harina 0000 (refinada)
–     3 huevos grandes
–     1 cucharada de aceite de oliva (de la nona…)
– 1/2 cucharadita de sal
– 1/4 cucharadita de pimienta blanca

RELLENO
– 1/2 kg de puré de papas
–    1 cebolla mediana picada`
–       aceite, c/n
–       sal, pimienta y nuez moscada

SALTEADO
–    1 cebolla grande en media juliana
–    1 tacita de aceite
–       sal y abundante peperoncino

Preparamos la masa del modo habitual, ver “Masa para pasta al huevo, técnicas básicas“.

Salteamos la cebolla mediana en un poco de aceite hasta que esté “casi quemada”; mezclamos con el puré y condimentamos con sal, pimienta y nuez moscada.

 Con un palote o máquina de pastas estiramos la masa hasta aprox 1/4 cm de grosor (penúltimo punto de la máquina) y con un molde cortante circular de 10 cms de diámetro (o menor, esto fue lo que había en casa de Gaby…), vamos haciendo las tapas que depositamos enharinadas una encima de la otra. Volvemos a estirar la masa sobrante para preparar más tapas.

Ponemos una cucharada de puré en una mitad de cada tapa, volcamos por encima la otra mitad y sellamos.

Ponemos a calentar abundante agua con sal.

En una sartén grande con abundante aceite hasta que comience a colorear, condimentamos con sal y abundante peperoncino y mantenemos a fuego corona.

 Cuando el agua rompe a hervir salamos y volcamos dentro los varenikes. Retiramos al dente, escurrimos y, de a tandas, los volcamos dentro de la sartén guardando cierto espacio entre ellos.

Subimos la temperatura, freímos de un lado hasta que se vuelva crocante y, mientras, con una cuchara echamos el aceite con la cebolla por encima.

Retiramos y servimos de inmediato sin, por supuesto, florear con queso rallado, sería un sacrilegio….

Ex-qui-si-tos!

(La foto fue tomada de otra receta de varenikes de El Arte de Amasar y no representa exactamente la forma de los preparados en esta oportunidad, en la cual lamentablemente no teníamos cámara para testimoniar lo lindos que salieron…)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Consulta? Dejame tu mensaje aquí