La lasagna es mi pasta horneada favorita (y la de muchos) y admite innumerables combinaciones de masas, rellenos y salsas; a esta en particular la encuentro bastante original y muy sabrosa. Para 2 personas (empleé una budiera de 12 x 24 cms):
– 2 tomates redondos grandes
– 150 g de muzzarella
SALSA DE PARMESANO
– 500 cc de leche
– 50 g de manteca
– 50 g de harina
– 50 g de gruyere rallado (y/o parmesano)
– nuez moscada
– sal y pimienta.
Lavamos 1 paquete de espinacas, desechamos los tallos y cocinamos por 1′ en microondas en recipiente tapado; escurrimos muy bien y procesamos o picamos finamente; tomamos una cucharada colmada.
Preparamos la masa del modo habitual , ver (picar en) Masa para pastas al Huevo incorporando previamente la espinaca en el huevo; una vez bien estirada la masa hacemos cuatro rectángulos de la superficie de la budinera que luego hervimos por 1’y de a uno en abundante agua con sal; retiramos y secamos entre repasadores (no sobre papel porque se les va a pegar, se los dice la voz de la experiencia…). Si no nos sales “rectángulos perfectos” siempre podemos emparchar un poco.
Cortamos las berenjenas en rodajas, las salamos y depositamos sobre un colador por unos 30′ para quitarles el sabor amargo; enjuagamos y secamos. Encendemos el horno.
Colocamos las rodajas de berenjenas sobre una asadera previamente aceitada, las pintamos con aceite y horneamos a fuego medio por unos 20′ dándolas vuelta e mitad de cocción.
Cortamos los tomates y la muzarella en rebanadas delgadas.
Derretimos la manteca e incorporamos la harina cocinando por unos 2′ (hacemos un roux); agregamos la leche caliente y mezclamos energicamente hasta lograr una salsa lisa y sin grumos, bajamos el fuego al mínimo, sazonamos con sal pimienta y nuez moscada y continuamos la cocción por otros 2′; retiramos del fuego y agregamos 3/4 del queso rallado. Debe quedar una salsa relativamente firme.
Extendemos una capa de masa sobre la budinera enmantecada, por encima una capa de berenjenas, una de salsa y otra de tomates; cubrimos y repetimos hasta completar las 4 capas reservando una porción mayor de salsa de queso para esparcir sobre la última capa espolvoreando por encima el queso rallado restante.
Horneamos en horno a temperatura media por 30′-40′ hasta que el queso haya gratinado bien. Retiramos y esperamos unos minutos antes de servir (si no la salsa se va a chorrear toda…)
Sale una pasta colorida y muy sabrosa!