PASTA
– 220 g de harina 0000 (la más refinada)
– 2 huevos grandes
– 1 cucharada de aceite
– 1/2 cucharadita de sal
– 1 pizca de pimienta
SALSA
– 500 g de cachetes de abadejo
– 30 g de jengibre fresco
– 1 chile rojo, picante
– 1 ó 2 dientes de ajo, según gusto y tamaño
– 1 cucharada de aceite de oliva
– 1 cucharada de manteca
– 1 copita de sake (o vino blanco si no tienen)
– 1 cucharada de perejil picado
– sal y pimienta negra
Preparamos la pasta del modo habitual (ver Masa para Pasta al Huevo, Técnicas Básicas).
Con una cucharita quitamos la piel del jengibre y lo rallamos; pelamos y cortamos el ajo en láminas delgadas; quitamos las semillas del chili y lo picamos.
Ponemos abundante agua a hervir (salar cuando rompe el hervor) y en una sartén grande calentamos el aceite con la manteca; volcamos dentro el ajo, el jengibre y el chili con una pizca de sal y cocinamos a fuego suave por 5′; incorporamos los cachetes de abadejo, subimos un poco el fuego, desglasamos con el vino, cocinamos por unos 3′ más, salpimentamos y reservamos; el caldo formado debe tener un sabor bastante intenso.
Ponemos a hervir la pasta y aún muy al dente la escurrimos y echamos en la sartén para que complete su cocción; mezclamos bien y servimos en platos precalentados esparciendo por encima el perejil picado, pimienta negra y un chorro de aceite de oliva.
Una delicia esta pasta para el gusto del que suscribe…