Clases de cocina personalizada

PIZZA A LA PIEDRA DE ZUCCHINI, CEBOLLA COLORADA, MUZZARELLA Y SARDO

Esta pizza surgió anoche por la mágica conjunción de muchos deseos de comer pizza y que tenía en la alacena 1 lindo zucchini y 2 cebollas coloradas (quesos, harinas y aceite de oliva nunca faltan); resultó excelente! (No dejo de sorprenderme con las exquisiteces que pueden lograrse con ingredientes sencillos, sanos y asequibles). La receta:

MASA (para 4 pizzas, cómo hacer menos…)

– 500 g de harina 0000 (refinada)

–     5 a 10 g de levadura fresca
– 300 cc de agua
–   50 cc de aceite de oliva
–    1 cucharadita colmada de sal
– 1/4 cucharadita de pimienta blanca

COBERTURA, por pizza
–    1 zucchini grande en rodajas delgadas
–    2 cebollas coloradas medianas cortadas en juliana
-100 g de muzzarella rallada o troceada
–   50 g de sardo recién rallado

–        aceite de oliva

–        salsa de tomates frescos (ver abajo)
–       ají molido
–       sal, pimienta negra recién molida
–       aceitunas negras en rodajas (o enteras)

Hacemos una corona con la harina y la sal por fuera y en su centro volcamos el agua y disolvemos la levadura; incorporamos con cuidado la harina y cuando comienza a formarse la masa agregamos el
aceite.

Amasamos por unos minutos (la masa debe quedar relativamente húmeda), cubrimos y esperamos unas 3 hs hasta a que duplique su volumen. El tiempo de levado depende de la cantidad de levadura empleada y la temperatura ambiente; es conveniente reducir la cantidad de levadura y dejar levar más lentamente la masa, incluso en la heladera; los resultados bien valen el tiempo de espera.

En una sartén calentamos el aceite y salteamos las cebollas con una pizca de sal hasta que comiencen a dorarse; añadimos el ají molido y luego de 1´ las rodajas de zucchini. Reducimos el fuego y cocinamos por unos 5´más revolviendo cada tanto. Salpimentamos y reservamos.

La salsa de tomates propuesta es simplemente tomate maduro procesado y condimentado con sal pimienta, orégano, ají molido y un poco de aceite de oliva. Si no es época de tomates o estamos muy apurados podemos también emplear tomate triturado de buena calidad.

Pasado el tiempo de levado volcamos la masa sobre la superficie de trabajo, desgasificamos, dividimos en 4 partes, bollamos y dejamos reposar en superficie enharinada y cubiertos al menos por 30´ y hasta unas 2 hs (al emplear poca levadura la masa se mantiene relajada y sin levar por bastante tiempo).

Encendemos el horno con mucha anticipación, las piedras refractarias deben estar tan calientes como sea posible.

Con la mano o ayuda de un palote estiramos los bollos bien delgados dándoles forma rectangular y alargada, lo cual facilitará cortar porciones relativamente pequeñas de modo de poder comerlas con la mano.

Pincelamos con la salsa de tomates y con una pala vamos depositando las pizzas de inmediato sobre la piedra del horno muy caliente y a máxima temperatura. La idea es marcarlas de 3´ a 5´ -dependiendo del horno- de modo de facilitar el trabajo a la hora de recibir a los comensales.

A la hora del servicio distribuimos sobre la pizza los vegetales y por encima la muzzarella y el sardo.

Horneamos sobre la piedra bien caliente y el horno a temperatura máxima hasta que el queso se haya gratinado y la masa se vea crujiente.

Retiramos,  floreamos con rodajas de aceitunas negras, regamos con un poco de aceite de oliva y servimos de inmediato.

Otra riquísima pizza! Y van…

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