– 1 kg de papas peladas y ralladas grueso
– 1 cebolla chica picada fino
– 1 huevo ligeramente batido
– 1 taza de aceite, aprox
– sal y pimienta
– harina, si hiciera falta
Escurrimos sobre un colador la papa rallada tanto como nos sea posible, cuanto menos humedad tenga más crocantes saldrán los latkes. Si deseáramos llegar “casi a la perfección” una vez escurrida la papa la colocamos junto con la cebolla sobre un repasador, envolvemos y presionamos de modo de quitar aún más humedad.
Mezclamos la papa con el huevo, salpimentamos y agregamos un poco de harina si encontramos la mezcla demasiado húmeda.
En una sartén grande y a fuego fuerte calentamos el aceite y con la ayuda de una cuchara vamos dando forma a los latkes y volcándolos sobre el aceite sin llenar demasiado la sartén para no reducir tanto la temperatura. Cuando los vemos bien dorados de un lado, unos 5´, damos vuelta y freímos del otro.
Retiramos y colocamos sobre papel absorbente. Y cuidamos mucho mucho que nadie se los robe mientras estamos friendo el resto, cosa que sucede con bastante frecuencia…
Prueben prepararlos, será una fiesta para los chicos. (Los grandes por ahí se reprimen un poco…).
Se los suele acompañar con puré de manzanas o decorar como en la foto con un poquito de verdeo o ciboulette, aunque según mi experiencia ambas cosas son completamente superfluas: los latkes son exquisitos en si mismos, completamente autosuficientes…