– 1 taza arroz integral
– 1 cebolla chica picada
– 1/2 diente de ajo picado
– 1 puñado grande de hojas de radicheta ( unos 50g)
– 1/2 taza de vino blanco
– 2 cucharadas de manteca
– 1 cucharada de aceite
– 2 cucharadas de queso parmesano rallado
– 1 cucharada colmada de nueces picadas
– agua hirviendo o caldo, c/n, unas 4 tazas
En una sartén mediana salteamos la cebolla y el ajo picados en 1 cucharada de aceite de oliva y 1 de manteca; una vez comienzan a tomar color añadimos el arroz y salteamos por 2′ más; desglasamos con el vino blanco, y al estilo habitual del risotto agregamos el agua hirviendo o caldo de a cucharones en la medida en que el arroz “lo vaya pidiendo”, mezclando constantemente.
Lavamos, escurrimos y troceamos con la mano las hojas de radicheta.
La cocción del arroz demandará unos 30′ (dependiendo del tipo de arroz); cuando vemos que está casi en su punto incorporamos la otra cucharada de manteca, 1 cucharada de parmesano rallado y la mitad de la radicheta; mezclamos bien, apagamos el fuego, tapamos y esperamos 10′ a que se termine de termine de cocinar el arroz y se amalgamen los sabores.
Servimos distribuyendo por encima el resto de la radicheta, las nueces groseramente picadas y el parmesano remanente.
Un risotto muy apetecible para quienes gusten del sabor amarguito de la radicheta
2 respuestas
Buenísimo. Si bien me gusta la radicheta creo que la cambiaría por rúcula -claro que ya dejaría de ser amarguito-. Saludos
Si, claro Sandra, puede ser también con rúcula, resultaría con un sabor un poco menos intenso. Si lo hacés contanos