– 200 g de harina 0000
– 2 huevos grandes
RELLENO
– 1 remolacha grande o varias chicas. Unos 200 g una vez horneadas y peladas
– 150 a 200 g de queso azul, según su intensidad de sabor
– 1 huevo chico ligeramente batido
– Pimienta y, si hiciera falta, una pizca de sal
SALSA
– 75 g de manteca
– 2 cucharadas de semillas de amapola
– Sal, pimienta negra recién molida y, opcionalmente, peperoncino o ají molido
Envolvemos las remolachas en papel de aluminio y horneamos a 200* hasta que se hayan tiernizado, alrededor de 1 hora, según tamaño.
Las desenvolvemos, dejamos enfriar, pelamos, troceamos y procesamos junto con el queso azul y el huevo. Condimentamos.
Preparamos la pasta del modo habitual, la estiramos hasta el punto 7 de la máquina y la dividimos en del largo del molde raviolero
Ponemos una tira previamente enharinada sobre el molde, rellenamos con una cucharita, cubrimos con la otra tira, presionamos suavemente para quitar el aire y luego pasamos un palo por encima para sellar y cortar. Al volcar sobre la mesa completamos el corte con un cortapastas y reservamos sobre una superficie enharinada y cubiertos por un repasador. Recuperamos la masa sobrante y volvemos a estirar.
Ponemos a calentar abundante agua y salamos cuando rompió el hervir.
En una sartén grande calentamos la manteca a fuego medio y cuando comienza a oscurecerse y despedir su olor característico incorporamos las semillas de amapola. Salpimentamos y luego de 2’ retiramos del fuego.
Echamos la pasta dentro del agua hirviendo y cocinamos al dente, 2’a 3’. Retiramos, escurrimos y volcamos dentro de la sartén con la manteca negra, a fuego bajo. Revolvemos y servimos en platos precalentados.
Buen provecho!