– 2 tapas para tarta hojaldradas
– 1 paquete de acelga
– 100 g de queso rallado tipo parmesano
– 1 cucharada de harina
– Sal y pimienta negra recién molida
Quitamos los tallos y la parte central más dura de las hojas de acelga, las lavamos y dejamos un rato en agua con vinagre. Encendemos el horno.
Escurrimos bien las hojas, las cortamos en tiritas delgadas, mezclamos con ¾ del queso rallado y salpimentamos.
Con un palote estiramos las tapas de tarta lo más delgado posible y de forma rectangular alargada.
Tomamos pequeños puñados de la acelga, la presionamos un poco y colocamos a lo largo de la tira de masa dejando unos 5 cms de espacio entre cada una y otro tanto de uno de los bordes.
Con el canto de la mano presionamos sobre los espacios libres y con un movimiento vaivén vamos separando las piezas.
Sellamos los extremos abiertos y los colocamos por debajo de cada boio dándoles su forma tradicional, un poco más grande que los “knishes”
Los pincelamos con aceite, espolvoreamos con el parmesano reservado, ponemos en una asadera ligeramente aceitada y horneamos en horno bien caliente y a temperatura máxima hasta que se vean bien dorados, de 10’a 15’, según el horno.