– 65 ml de agua (una tacita)
– 65ml de aceite (una tacita
– ¼ cucharadita de sal
– 1 pizca de pimienta blanca (opcional)
RELLENO
– 600 g de calabaza ya pelada y cubeteada
– 1 diente de ajo picado
– ½ morrón colorado picado
– 1 puñado generoso de tomates cherry cortados al medio
– cucharadas de aceitunas verdes descarozadas cortadas en rodajas
– 2 cucharadas de albahaca fresca picada + adicional para decorar
– 2 cucharadas de semillas de sésamo
– 1 cucharada de aceite de oliva
– Sal y pimienta negra recién molida
En un bol mezclamos los ingredientes de la masa, volcamos sobre la superficie de trabajo y amasamos hasta obtener una masa suave y sedosa. Envolvemos en papel film y dejamos reposar.
En una sartén grande con el aceite de oliva salteamos la cebolla, los puerros y el ajo picado; cuando comienzan a colorear incorporamos los cubos de calabaza, salpimentamos mezclamos, tapamos y cocinamos hasta que se hayan tiernizado, unos 15’ cuidando revolver cada tanto; añadimos la albahaca picada, mezclamos y revisamos sabor.
Batimos los huevos con el yogur (o el queso crema) y mezclamos con las calabazas.
Con la ayuda de un palote estiramos la masa delgada y de forma redondeada, con un diámetro algo mayor que la tartera; la desplegamos sobre esta (si es de teflón no hace falta engrasar) volcando los excesos de masa hacia afuera y echamos dentro el relleno.
Con el canto de un cuchillo cortamos la masa excedente (podemos también volcarla sobre el relleno), distribuimos por encima las rodajas de aceituna, los tomates cherry y las hojas de albahaca; floreamos con las semillas de sésamo o, si preferimos, parmesano o sardo rallado.
Horneamos a 180* (3/4 temperatura de horno normal) por unos 40’, hasta que la masa se vea crocante y el queso haya gratinado.
Retiramos del horno, desmoldamos y esperamos al menos 15’ antes de servir.