La cocina italiana se caracteriza por emplear pocos ingredientes, sencillos y con resultados sorprendentes. Y este es uno de los casos más emblemáticos, con muy pocos ingredientes y de modo super sencillo se logra toda una exquisitez. La receta, para 2 porciones abundantes:
– 200 g harina
– 2 huevos
– 1/4 cucharadita de sal
SALSA AGLIO E OLIO
– 1 tacita de aceite de oliva
– 2 dientes grandes de ajo en rodajas delgadas
– ¼ cucharadita de ají molido
– 2 cucharadas colmadas de parmesano rallado + adicional para espolvorear
– 2 cucharadas de perejil picado
Preparamos la pasta del modo habitual (Ver: Cómo hacer una pasa al huevo…), cortamos del ancho deseado y dejamos orear sobre superficie enharinada, en lo posible al menos por 60′.
En una cacerola ponemos a calentar abundante agua.
Cuando el agua está por hervir, en una sartén mediana calentamos el aceite de oliva a fuego bajo y salteamos los ajos por 2 minutos, mezclando y cuidando no se quemen. Agregamos el ají molido y cocinamos por otros 30 segundos.
Mientras, cuando el agua rompió el hervor la salamos, echamos dentro la pasta y retiramos al dente, no más de 2 minutos.
Incorporamos 1/2 taza del agua de la cocción a la salsa y llevamos a hervor. Reducimos el fuego, salamos y cocinamos por unos 5’, de modo de concentrarla.
Volcamos dentro la pasta, mezclamos, apagamos el fuego e incorporamos el perejil picado y el parmesano revolviendo bien.
Esperamos 3 minutos y servimos en platos precalentados, espolvoreando con un poco más de parmesano y decorando con perejil picado.
Que lo disfruten!