La pizza que se llevó todas las distinciones en una Clase de Pizzas para Parejas y sin desmerecer a ninguna de las otras…La receta:

– 500 g de harina 000
– 350 ml de agua
– 13 g de sal
– 3 g de levadura seca (algo menos de 1/3 sobre)
– 50 g de muzzarella rallada
– 1 cebolla colorada grande en juliana
– 100 g de portobelos en rodajas
– 150 g de muzzarella rallada o cortada en trozos pequeño
– Sal, pimienta negra y peperoncino
Salsa de tomates:
– 1 lata de tomate perita enteros pelados, con un poco de sal y pimienta y apenas procesado
Volcamos sobre la superficie de trabajo, presionamos un poco con las manos y la estiramos y volcamos sobre sí misma por un minuto.
Retornamos al bol ligeramente enharinado, cubrimos y dejamos leudar hasta que doble su volumen, alrededor de 1 hora, más o menos, según la temperatura ambiente.
Dividimos la masa ya leudada en 3 partes iguales, las bollamos y colocamos en 3 bols de unos 20 cms de diámetro cada uno pincelados con aceite; los cubrimos y dejamos leudar al menos por 6 horas, luego de lo cual podremos estirar y hornear durante las siguientes 4 horas.
Colocamos la juliana de cebolla en un bol con agua y un poco de sal por 30 minutos y luego escurrimos.
Estiramos los bollos sobre superficie enharinada de forma redondeada, levantándolos también por los bordes y haciéndolos girar. La masa deberá percibirse muy relajada.
Colocamos la pizza sobre una paleta pizzera, la pincelamos con el tomate y horneamos sobre la piedra muy caliente por unos pocos minutos, dependiendo del horno. Repetimos con las otras pizzas.
Al momento del servicio distribuimos sobre la pizza los quesos, la cebolla y los hongos.
Horneamos sobre la piedra hasta que la masa se vea crocante.
Servimos de inmediato, regando con aceite de oliva y espolvoreando con pimienta negra y peperoncino.
Que la disfruten!