– 4 pechugas deshuesadas y sin piel, con un espesor de aprox 1cm
– 200 g de champiñones frescos fileteados
– 400 g de tomates cherry cortados al medio
– 1/2 taza + 2 cucharadas de harina
– 1/2 taza de vino blanco seco
– 3/4 taza de caldo de pollo
– 1 cucharada de jugo de limón
– 3 dientes grandes de ajo, picados
– 3 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
– 1 puñado de hojas de espinacas baby, opcional
– 1 cucharada de orégano seco
– 1 cucharadita de pimienta negra
– 1 cucharadita de sal
Secamos las supremas y las sazonamos de ambos lados con la mitad del orégano, de la sal y de la pimienta. Las pasamos por harina descartando el excedente y reservamos.
En una sartén pesada calentamos el aceite de oliva y cocinamos las pechugas hasta que comiencen a colorearse, unos 3 minutos de cada lado; las retiramos.
Añadimos a la sartén 1 cucharada más de aceite de oliva y salteamos los hongos por 2 minutos a fuego medio alto.
Incorporamos los tomates, el ajo, 2 cucharadas de harina y el resto del orégano, la sal y pimienta. Cocinamos por otros 3 minutos mezclando cada tanto.
Agregamos el vino y luego de 3 minutos el limón y el caldo de ave. Llevamos el líquido a hervor, reincorporamos las pechugas, reducimos el fuego a medio bajo, tapamos y cocinamos hasta que se hayan cocinado completamente, unos 8 minutos.
Opcionalmente, antes de servir adicionamos un puñado de hojas de espinacas baby.
Acompañamos con pasta corta tipo orzo o arroz blanco, y unas rodajas de buen pan casero.