Una tarta liviana, nutritiva y sabrosa, muy recomendable para estos días tórridos de Buenos Aires. Para una tartera de 25 cms de diámetro en la base:
MASA
– 200 g de harina 0000 (refinada)
– 25 g de semillas de sésamo
– 65 ml de aceite
– 65 ml de agua
– 1/2 cucharadita de sal
RELLENO
– 3 paquetes de espinacas frescas
– 250 g de ricota fresca
– 1 cebolla grande picada
– 2 dientes de ajo en rodajas delgadas
– 2 cucharadas de aceite de oliva
– 3 huevos grandes
– láminas delgadas de sardo
– sal, pimienta y ají molido
En un bol mezclamos e integramos los ingredientes de la masa; volcamos sobre la superficie de trabajo y amasamos hasta obtener una masa suave y sedosa. Envolvemos en papel film y dejamos reposar preferentemente en frío.
Quitamos los tallos de las espinacas, las lavamos, escurrimos y cocinamos en bol tapado en microondas, en 2 tandas por 3 minutos por tanda. Retiramos, dejamos enfriar, escurrimos muy bien y picamos.
Mientras, en una sartén grande con el aceite y una pizca de sal, salteamos a fuego medio bajo la cebolla y los ajos.
Una vez transparentada la cebolla incorporamos las espinacas picadas y cocinamos por 7 a 10 minutos mezclando cada tanto. Retiramos , dejamos entibiar un poco y mezclamos con el huevo y la ricota.
Batimos un poco los huevos con la ricota y condimentamos.
Estiramos la masa de forma redondeada y cubrimos la tartera (si es teflonada no hará falta aceitar) volcando los excedentes hacia afuera.
Distribuimos por encima el relleno y cubrimos con las láminas de sardo; cortamos los excedentes de masa, repulgamos a gusto y horneamos a 180* por unos 45 minutos.
Retiramos y esperamos unos minutos antes de desmoldar y servir.
Que la disfruten!