PASTA
– 200 g de harina 0000
– 2 huevos grandes
RELLENO
– 2 berenjenas medianas
– 150 g de ricota fresca
– 2 cucharadas de aceite de oliva
– 1 cucharada de perejil finamente picado
– 1 diente de ajo picado
– 1 yema de huevo
– 2 cucharadas de parmesano rallado
– 1 cucharada de hojas de albahaca picadas
– Sal y pimienta negra
SALSA
– 100 g de manteca
– 15 a 20 hojas de hojas de salvia fresca – 2 cucharadas de nueces partidas
– Sal y pimienta negra recién molida
– Perejil picado para decorar
– Parmesano rallado
Lavamos las berenjenas y la asamos sobre la hornalla a fuego máximo por todos sus lados hasta que esté tierna y su cáscara ligeramente quemada. Dejamos enfriar sobre un colador de modo pierda líquido; cortamos al medio, con una cuchara quitamos la pulpa y la troceamos (no es problema si queda algo de la piel).
En una sartén con una cucharada de aceite de oliva salteamos el ajo y el perejil por 1´ó 2´cuidando el ajo no se queme; añadimos las berenjenas y salteamos a fuego medio hasta que se haya evaporado el líquido.
Colocamos en un bol, incorporamos la ricota, la yema, la albahaca picada y el parmesano; salpimentamos y procesamos por unos instantes. Cubrimos y llevamos frío al menos por 30´.
Estiramos la masa hasta el punto 7 de la máquina y cortamos en tiras del largo del molde raviolero.
Enharinamos la parte inferior de una tira, la colocamos sobre el molde y con una cucharita vamos colocando el relleno; cubrimos con la otra tira, presionamos suavemente con las manos para quitar el aire y luego pasamos por encima un palo para sellarlos y separarlos. Volcamos sobre la superficie de trabajo y completamos el corte con un cortapastas si fuera necesario. Repetimos con las otras tiras y reservamos sobre superficie enharinada y cubiertos. Recuperamos los restos de masa.
Ponemos a calentar abundante agua y cuando rompe a hervir salamos.
En una sartén grande derretimos la manteca a fuego suave, luego de 2 ó 3’ incorporamos las nueces partidas y cuando comienza a oscurecer, las hojas de salvia. Cocinamos por otros 3’, salpimentamos y mantenemos a fuego corona.
Echamos la pasta en el agua hirviendo, retiramos al dente, mezclamos con la salsa y servimos de inmediato espolvoreando con parmesano y decorando con perejil picado y un chorro de aceite de oliva.