– 150 g de harina integral
– 100 g de harina de maiz
– 50 g de harina de centeno
– 725 g de agua
– 250 g de mezcla de semillas (girasol, lino, sésamo, etc.)
– 30 g de azúcar negra
– 20 g de sal
– 20 g de levadura
– semillas adicionales y/o copos de avena
para decorar (yo me olvidé…)
– 3 moldes para pan de 30 x 10 cms
FERMENTO (según Richard Bertinet, debemos hacerlo con anterioridad):
– 500 g de harina 000
– 350 g de agua
– 10 g de sal
Hacemos una masa del modo habitual y dejamos levar a temperatura ambiente unas 6 hs o en heladera toda la noche hasta que haya doblado el volúmen. (El fermento remanente puede reservarse unos días en heladera para otros panes, o incluso constituirse en el inicio-no-muy-ortodoxo de una masa madre).
Para los panes, mezclamos todos los ingredientes en un bol y pasamos luego a una superficie de trabajo sin enharinar para realizar el amasado habitual. Hacemos un bollo (enharinando o humedeciendo ligeramente la superficie) y dejamos reposar en bol engrasado o enharinado y cubierto por 45′. Repetimos la operación.
Volcamos la masa sobre superficie enharinada, dividimos en 3, damos forma y colocamos en los moldes previamente engrasados y con los pliegos hacia abajo. Para dar forma desgasificamos cada bollo, estiramos la masa rectangularmente con el largo de la medida del molde y plegamos como para hacer una baguette. Decorams con semillas y/o copos y dejamos levar por 90′ (yo no los decoré e igual salieron lindos).
Efectuamos unos cortes en la superficie y horneamos en horno precalentado y prehumidificado por aprox 30′ a temperatura máxima los primeros minutos y luego a 3/4 de temperatura . Al retirarlos golpeamos la base que debe sonar hueca. Dejamos como siempre reposar sobre rejilla.
Se van a lucir y bien-nutrir a los comensales si los hacen!