– 5 g levadura en polvo (1/2 sobre)
– 10 a 12 g de sal (una cucharadita colmada)
– 150 g de muzzarella por pizza, rallada o procesada
– Salsa de tomates: una lata de tomate perita enteros pelados, con un poco de sal y apenas procesado, muy sencillo. (el sobrante podrá freezarse)
En un bol mezclamos los ingredientes secos, hacemos un hueco en el medio y vertemos el agua. Integramos con la ayuda de un cornete y dejamos reposar 20’.
Volcamos sobre la superficie de trabajo y amasamos rápidamente estirando la masa y volcándola
sobre sí misma por un minuto, nada más.
Una vez leudada la masa, la quitamos con cuidado del bol, desgasificamos, dividimos en 3, bollamos, cubrimos y dejamos reposar 10 minutos.
Estiramos los bollos sobre superficie enharinada de forma redondeada, levantándolos también por los bordes y haciéndolos girar.
Aceitamos o enharinamos las pizzeras, volcamos dentro las masas y las volvemos a estirar hasta cubrir toda la superficie, dejando los bordes un poco más gruesos.
Pincelamos con el tomate, distribuimos por encima la muzzarella, el salame y las hojas de albahaca, espolvoreamos con el parmesano horneamos a la temperatura máxima que de el horno hasta que la masa se vea cocida y el queso gratinados, de 10 a 15 minutos.
Retiramos, rociamos con un poco de aceite de oliva, pimentamos y servimos de inmediato.