– 1 cebolla
– ½ kg carne magra, picada grueso
– 1 lata chica de tomates, procesados
– 1 cucharada de extracto de tomates
– ½ cucharadita de canela molida
– 1 diente grande de ajo en rodajas delgadas
– ½ cucharada de orégano
– ¼ cucharadita de nuez moscada
– ½ cucharadita de paprika picante
– 1 tacita de vino tinto
– 2 cucharadas de pan rallado
– Sal, pimienta y aceite de oliva
– Para la salsa blanca; 250 ml leche + 25 g manteca 25 g harina, sal, pimienta, nuez moscada
– Parmesano rallado para espolvorear
Cortamos las berenjenas en rodajas delgadas.
Pelamos la papa, la cortamos en rodajas delgadas y hervimos en abundante agua hasta que esté tierna, de 5 a 7 minutos. Escurrimos y reservamos.
En una sartén mediana con un poco de aceite de oliva doramos ligeramente las rodajas de berenjena de ambos lados, de a tandas. Adicionamos aceite si hiciera falta. Retiramos y reservamos.
Agregamos a la sartén una cucharada de aceite y salteamos las cebollas y el ajo a fuego medio hasta transparentar, unos 10’. Agregamos la carne y cocinamos hasta que haya cambiado completamente de color, mezclando. Incorporamos las especias, revolvemos, sgregamos el vino, dejamos hervir por 1’y luego el tomate. Reducimos el fuego a medio bajo y cocinamos por otra media hora, adicionando un poco de agua si hiciera falta.
Mientras, para la salsa blanca, en una cacerolita derretimos la manteca, agregamos la harina, mezclamos y cuando comienza a burbujear retiramos del fuego; incorporamos la leche, retornamos al fuego, condimentamos y no dejamos de revolver. Cuando comenzó a esperar apagamos el fuego.
Calentamos el horno a 180*.
Aceitamos una asadera alta o pyrex de unos 25 x 15 cms y cubrimos con las rodajas de berenjena, por encima la carne y luego las papas. Espolvoreamos con pan rallado, por encima la salsa blanca y por último el parmesano.
Horneamos por unos 45 minutos hasta que la superficie se vea dorada.
Retiramos y esperamos unos minutos antes de cortar y servir.