– 300 g de harina 0000
– 175 ml de agua
– 8 cucharadas de aceite de oliva + adicionales
– 1,5 cucharadita de levadura seca
– ½ cucharada de azúcar
– ¾ kg de tomates cherry
– 150 g de muzzarella rallada o troceada
– 50 g de parmesano rallado
– 1 puñado de hojas de albahaca
– Sal y pimienta negra recién molida
– Semolina para espolvorear
En un bol con el agua disolvemos la levadura, el azúcar y dos cucharadas de harina. Esperamos unos minutos a que comience a espumar, agregamos la sal y 2 cucharadas de aceite, mezclamos, incorporamos luego el resto de la harina e integramos.
Volcamos sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada y amasamos hasta obtener una masa suave, húmeda y elástica. Añadiremos sólo la harina estrictamente necesaria.
Hacemos un bollo, colocamos en un bol pincelado con aceite, cubrimos y dejamos leudar hasta que duplique su volumen, alrededor de 90 minutos.
Encendemos el horno a máxima temperatura y esperamos que esté bien caliente.
Colocamos los tomates cherry en una asadera, los embadurnamos con 2 cucharadas de aceite, salpimentamos y horneamos hasta que comiencen a abrirse, de 10 a 12 minutos. Retiramos y dejamos enfriar.
Una vez leudada la masa, la dividimos en dos, bollamos, cubrimos y luego de 10 minutos con al ayuda de un palotes las estiramos hasta formar rectángulos de unos 30 x 25 cms. Cubrimos con un repasador y dejamos reposar por 15 minutos.
Colocamos un rectángulo de pizza sobre una pala pizzera o similar, espolvoreada con semolina. La pincelamos con 2 cucharadas de aceite, distribuimos por encima la mitad del parmesano, luego la mitad de la muzzarella y finalmente la mitad de los tomates cherry. Salpimentamos.
Colocamos una o ambas pizzas, según el tamaño del horno, sobre la piedra bien caliente y horneamos hasta que la masa se vea dorada y crocante, de 8 a 12 minutos.
Retiramos, decoramos con hojas de albahaca, regamos con un chorro de aceite de oliva y servimos de inmediato. Repetimos con la otra pizza si el horno no nos permitió hornearlas en simultáneo.