– 75 g manteca pomada
– 75 g azúcar impalpable
– 75 g harina refinada (0000)
– 1 huevo + 2 yemas
– ½ cucharadita polvo de hornear
– ½ cucharadita sal
– 1 cucharadita de esencia de vainilla
– 1 cucharada de coñac
RELLENO Y COBERTURA
– Dulce de leche repostero, cantidad necesaria
– Coco rallado cantidad necesaria
En un bol tamizamos la fécula con la harina, el polvo de hornear y la sal.
Batimos a blanco la manteca con el azúcar, incorporamos los huevos de a uno y luego la esencia de vainilla y el coñac, mientras continuamos batiendo por unos instantes más.
Incorporamos al bol con las harinas, mezclando hasta integrar completamente; no hay necesidad de amasar.
Colocamos sobre una tira amplia de papel film, aplastamos y cubrimos dejando buen espacio a ambos lados; el objeto es estirar luego dentro del mismo envoltorio de modo de evitar añadir harina. Llevamos a la heladera al menos por 1 hora.
Retiramos y con un palo de amasar estiramos hasta un grosor de 4 mms (empleamos un palo de amasar regulable, lo recomiendo.
Con un molde cortante de 5 cms formamos las tapas; recuperamos los restos.
Colocamos en una asadera ligeramente enmantecada y horneamos por unos 8 minutos a 165*; no deben dorarse. Retiramos y dejamos enfriar.
Rellenamos generosamente con dulce de leche y pasamos todo el contorno por abundante coco rallado.