PASTA
– 200 a 220 g de harina 0000
– 2 huevos grandes
RELLENO
– 200 g de ricota fresca
– 100 g de queso azul desgranado
– 1 cucharada colmada de parmesano finamente rallado
– 1 huevo ligeramente batido
– Sal y mix de pimientas
SALSA
– 100 g de manteca
– 2 cucharadas de nueces troceadas
– 12 a 15 hojas de salvia fresca troceadas
– Sal, pimienta negra recién molida
En un bol combinamos los ingredientes del relleno, condimentamos y llevamos a frío.
Ponemos a calentar abundante agua y salamos cuando rompió el hervor.
Estiramos la masa hasta el punto 7 de la máquina (6 en algunas italianas) y la dividimos en tiras algo más largas que el molde de sorrentinos. Enharinamos una cara de la tira, la colocamos sobre el molde y con una cucharita vamos poniendo el relleno. Cubrimos con la otra tira, presionamos suavemente para quitar el aire y hacemos rodar un palo por encima de modo de sellar y cortar. Volcamos sobre la superficie de trabajo previamente enharinada.
En una sartén grande derretimos la manteca a fuego suave; luego de 2 ó 3’ incorporamos las nueces partidas y cuando comienza a oscurecer y despedir una fragancia característica, las hojas de salvia. Cocinamos por otros 2’, salpimentamos y mantenemos a fuego corona.
Mientras, echamos la pasta en el agua hirviendo y la retiramos al dente. Escurrimos, volcamos en la sartén junto con 2 cucharadas del agua de la cocción y revolvemos.
Servimos en platos precalentados, espolvoreando con pimienta o peperoncino y, opcionalmente, parmesano rallado.