Clases de cocina personalizada

RAVIOLES DE BERENJENA AHUMADA Y RICOTA, CON MANTECA A LA SALVIA Y NUECES

Una pasta que preparamos anoche en una Clase de Cocina + Cena Degustación; resultó exquisita, como para el Cuadro de Honor de El Arte de Amasar…Para 4 porciones:

PASTA
– 200 g de harina 0000
–     2 huevos grandes

RELLENO
–     2 berenjenas medianas
– 150 g de ricota fresca
–     2 cucharadas de aceite de oliva
–     1 cucharada de perejil finamente picado
–     1 diente de ajo picado
–     1 yema de huevo
–     2 cucharadas de parmesano rallado
–     1 cucharada de hojas de albahaca picadas
–        Sal y pimienta negra

SALSA
– 100 g de manteca
–    15 a 20 hojas de hojas de salvia fresca
–      2 cucharadas de nueces partidas
–         Sal y pimienta negra recién molida

–         Perejil picado para decorar
–         Parmesano rallado

–         Aceite de oliva para decorar

Lavamos las berenjenas y la asamos sobre la hornalla a fuego máximo por todos sus lados hasta que esté tierna y su cáscara ligeramente quemada. Dejamos enfriar sobre un colador de modo pierda líquido; cortamos al medio, con una cuchara quitamos la pulpa y la troceamos (no es problema si queda algo de la piel).

En una sartén con una cucharada de aceite de oliva salteamos el ajo y el perejil por 1´ó 2´cuidando el ajo no se queme; añadimos las berenjenas y salteamos a fuego medio hasta que se haya evaporado el líquido.

Colocamos en un bol, incorporamos la ricota, la yema, la albahaca picada y el parmesano; salpimentamos y procesamos por unos instantes. Cubrimos y llevamos frío al menos por 30´.

Estiramos la masa hasta el punto 7 de la máquina y cortamos en tiras del largo del molde raviolero.

Enharinamos la parte inferior de una tira, la colocamos sobre el molde y con una cucharita vamos colocando el relleno; cubrimos con la otra tira, presionamos suavemente con las manos para quitar el aire y luego pasamos por encima un palo para sellarlos y separarlos. Volcamos sobre la superficie de trabajo y completamos el corte con un cortapastas si fuera necesario. Repetimos con las otras tiras y reservamos sobre superficie enharinada y cubiertos. Recuperamos los restos de masa.

Ponemos a calentar abundante agua y cuando rompe a hervir salamos.

En una sartén grande derretimos la manteca a fuego suave, luego de 2 ó 3’ incorporamos las nueces partidas y cuando comienza a oscurecer, las hojas de salvia. Cocinamos por otros 3’, salpimentamos y mantenemos a fuego corona.

Echamos la pasta en el agua hirviendo, retiramos al dente, mezclamos con la salsa y servimos de inmediato espolvoreando con parmesano y decorando con perejil picado y un chorro de aceite de oliva.

Una pasta que resultó exquisita, super recomendable!

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