– 2 tazas de harina leudante
– 5 huevos grandes
– 1 taza de azúcar
– 1/2 taza de aceite
– 1/2 taza de miel
– 1/2 tacita de té o café, según el color que deseemos lograr
– 1/2 copita de licor
– 1 cucharadita de canela
– 1 pizca de sal
– 1 pizca de clavo de olor
– 1/2 cucharadita de polvo de hornear
– 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
– 1/2 taza de nueces partidas
– algunas gotas de jugo fresco de limón
En un bol grande batimos los ingredientes líquidos salvo las claras; mezclamos los secos y los incorporamos. Encendemos el horno.
Batimos las claras con una pizca de sal y cuando están llegando a punto nieve agregamos unas gotas de limón y de a poco todo el azúcar, continuando el batido hasta formar un merengue.
Incorporamos las clara a la mezcla, primero un tercio, mezclando, y luego el resto realizando con una espátula movimientos suaves y envolventes.
Vertemos dentro del savarín previamente aceitado, dejamos descansar unos minutos y, “muy importante” dice mamá, damos unos golpecitos en la base para hacer desaparecer grumos o burbujitas que pudiera haber.
Llevamos a horno moderado (175*) por unos 30′; estará lista cuando veamos se despega del molde y haya tomado un atractivo color dorado. Retiramos, desmoldamos y dejamos orear sobre rejilla.