Un pan tierno, sabroso y diferente, preparado hace ya un tiempo a pedido de los queridos amigos de Luz de Luna; ideal para acompañar una picada, con un buen vino y buenos amigos… La receta, para 2 panes grandes, cuidando corregir las proporciones de líquido en función de la humedad propia del puré empleado:
– 500 ml de agua
– 30 g de levadura fresca
– 15 g de sal + adicional para el puré
– 250 g de puré de papas poco húmedo
– 200 g de parmesano o similar rallado
– 200 g de parmesano o similar rallado
– 1 cebolla mediana picada
– 1 cucharada de aceite de oliva
– sal, pimienta, pimienta blanca y nuez moscada.
Freímos la cebolla en una sartén con el aceite hasta que esté dorada y la mezclamos con el puré; condimentamos con sal, pimienta y nuez moscada.
Hacemos una corona con la harina y la sal por fuera y en su centro disolvemos la levadura en el agua.
Vamos incorporando de a poco la harina al centro y cuando la masa se haya integrado añadimos el
puré con la cebolla y el parmesano rallado. Mezclamos, volcamos sobre una superficie de trabajo y amasamos hasta obtener una masa suave y todavía húmeda; adicionaremos harina si hiciera falta pero con mucha discreción.
Hacemos un bollo, colocamos en un bol grande pincelado con aceite, cubrimos y dejamos levar hasta que duplique su volumen, aprox 1 hora.
Volcamos sobre la superficie de trabajo enharinada, desgasificamos, dividimos en dos partes, bollamos y dejamos reposar unos 15´.
Damos a los panes la forma deseada, colocamos en una asadera engrasada o enharinada, cubrimos y dejamos levar por unos 45´ (no debe esta vez llegar a duplicar su volumen).
Con un cutter o cuchillo filoso hacemos algunos cortes el la corteza, pincelamos con agua o chuño y horneamos a 200* por unos 40´ hasta que el pan se vea dorado y la base suene hueca al golpearla.
Retiramos y dejamos orear sobre rejilla. Exquisito!