RELLENO
– 4 a 5 manzanas granny (verdes)
– 150 g de azúcar
– 40 g de manteca fría en cubos pequeños
TAPA-BASE
– 1 tapa de tarta hojaldrada, la mejor que encontremos, la que más nos guste
Encendemos el horno a 200*.
Colocamos la tartera sobre una hornalla a fuego bajo y echamos dentro 120 g de azúcar junto con 2 cucharadas de agua. Esperamos unos minutos hasta que comience a burbujear y, mezclando cada tanto con una cuchara de madera cocinamos por unos 10′ hasta que el caramelo se haya vuelto dorado oscuro; deberá quedar la base completamente cubierta. Dejamos enfriar.
Cortamos en cuartos las manzanas, quitamos las semillas, pelamos y distribuimos sobre el caramelo ya frío, de afuera hacia adentro cubriendo toda la superficie. Espolvoreamos con el azúcar remanente y repartimos por encima los cubitos de manteca.
Colocamos la tapa de tarta sobre las manzanas y con el canto de un cuchillo o el palo de amasar cortamos los excedentes; presionamos los bordes hacia adentro de modo de dar un contorno a las manzanas.
Pinchamos con un tenedor y horneamos por 35′ a 40′ hasta que la masa se vea dorada.
Desmoldamos rápidamente para evitar se endurezca el caramelo, el cual seguramente se derramará un poco en el proceso.
Es muy rica tibia acompañada con una bocha de helado de crema o crema batida. Y al día siguiente, si quedó un poco, fría es exquisita, así, tal cual…