MASA
– 100 g de harina 0000 (refinada)
– 1 huevo grande
– 1/4 cucharadita de sal
– 1 pizca de pimienta blanca
RELLENO
– 1 berenjena grande ó 2 medianas
– 3 tomates medianos maduros
– 100 g de muzzarella rallado o en láminas
– 50 g de parmesano rallado + adicional para espolvorear la lasagna
– 1 puñado generoso de hojas de albahaca
– 600 g de salsa blanca o bechamel liviana (ver “Salsa Blanco o Bechamel, una técnica infalible“).
Cortamos la berenjena en láminas delgadas y la horneamos con un poco de aceite por 20´ dándolas vuelta a mitad de cocción.
Preparamos la masa del modo habitual, ver “Masa para pasta al huevo, técnicas básicas“. Estiramos bien delgadas y la cortamos en 4 láminas de las dimensiones de la asadera que emplearemos (22 x 18 cms) en este caso.
Cortamos los tomates en rebanadas delgadas y picamos groseramente las hojas de albahaca.
Una vez lista la salsa blanca retiramos del fuego, añadimos el parmesano, mezclamos, cubrimos y reservamos.
Pincelamos generosamente la superficie de la asadera con salsa blanca, colocamos por encima una lámina de masa (no hace falta precocerla) y luego, en este orden, berenjenas, tomates, albahaca y muzzarella. Repetimos la operación hasta la cuarta tapa, cuidando reservar suficiente salsa para cubrirla; floreamos con parmesano rallado y hornemos a 200* por unos 30´, hasta que el queso se vea bien gratinado.
Retiramos y esperamos unos minutos antes de servir.
Un plato de pastas sabroso y liviano que vuestros comensales sin duda sabrán apreciar…