– 250 kg de harina 000 (común o de panadería)
– 150 ml de agua corriente
– 10 g de levadura fresca
– 1 cucharada de aceite
– 1 cucharadita colmada de azúcar
– 1/2 cucharadita de sal
– semolina para espolvorear c/n
Hacemos una corona con la harina y la sal por fuera, volcamos en su centro los líquidos y disolvemos la levadura y el azúcar.
Vamos incorporando de a poco la harina, mezclamos y amasamos hasta obtener una masa sedosa y elástica.
Bollamos, colocamos en un bol, cubrimos y dejamos leudar hasta que duplique su volumen, unos 60´.
Desgasificamos, volvemos a bollar, cubrimos y dejamos reposar de 15´a 30´. Encendemos el horno.
Con un palo estiramos hasta formar un rectángulo de unos 25 cms de ancho y 1/2 cm de grosor (también podemos emplear una máquina de pastas, nos permitirá estirar la masa delgada y pareja). Mientras estiramos la masa iremos agregando la semolina necesaria..
Con un cortapastas o cuchillo cortamos en tiras del ancho deseada y vamos colocando las piezas en una asadera espolvoreada también con semolina.
Horneamos en horno a 150* (mínimo) por unos 30´ hasta que los grisines estén bien crocantes.
Unas vez fríos podemos guardarlos en envase de vidrio o bolsa de nylon. Pueden durar varias semanas, si están suficientemente bien escondidos…