Clases de cocina personalizada

PIZZA DE RICOTA, MUZZARELLA Y BOQUERONES, QUÉ BUENA!

En una reunión de amigos me “compelieron” a que los sorprenda con una pizza rica, diferente y con lo que hubiera en la heladera!! Y, guiado entonces, forzosamente, por lo que había en la heladera, compuse esta pizza que si bien seguramente alguien ya la preparó antes de ahora, es muy poco común por estos lares. Y resultó muy sabrosa! La receta, por si se tientan..:

MASA, para 4 pizzas medianas

– 500 g de harina 0000 (refinada)
–     5 a 10 g de levadura fresca
– 300 cc de agua
–   50 cc de aceite de oliva
–     1 cucharadita colmada de sal
– 1/4 cucharadita de pimienta blanca

COBERTURA, por pizza
– 150 g de ricota fresca
–   75 g de muzzarella rallada o en trozos pequeños
–   24 boquerones a la provenzal (+ ó – s/tamaño)
–       sal (poca) y pimienta negra recién molida
–       aceite de oliva para regar la pizza
–       salsa de tomates frescos (ver abajo)

Hacemos una corona con la harina y la sal por fuera y en su centro volcamos el agua y disolvemos la levadura; incorporamos con cuidado la harina y cuando comienza a formarse la masa agregamos el aceite.

Amasamos por unos minutos (la masa debe quedar húmeda), cubrimos y esperamos unas 2 hs hasta a que duplique su volumen. El tiempo de levado depende de la cantidad de levadura empleada y la temperatura ambiente; es conveniente reducir la cantidad de levadura y dejar levar más lentamente la masa, incluso en la heladera; los resultados bien valen el tiempo de espera.

La salsa de tomates propuesta es simplemente tomate maduro procesado y condimentado discretamente con sal pimienta, orégano, ají molido y un poco de aceite de oliva. Si no es época de tomates o estamos muy apurados podemos también emplear tomate triturado de buena calidad.

Una vez leudada la masa, la volcamos sobre la superficie de trabajo, desgasificamos, dividimos en 4, bollamos y dejamos reposar en superficie enharinada y cubiertos al menos por 30´ y hasta unas 2 hs (al emplear poca levadura la masa se mantiene relajada y sin levar por bastante tiempo).

Encendemos el horno con mucha anticipación, las piedras refractarias deben estar tan calientes como sea posible.

Con la mano o ayuda de un palote estiramos los bollos delgados dándoles forma rectangular o redondeada.

Pincelamos las pizzas con la salsa de tomates y con una pala las vamos depositando sobre la piedra del horno a máxima temperatura. La idea es marcarlas apenas de modo de facilitarnos el trabajo al recibir a los comensales.

A la hora del servicio cubrimos las pizzas con la ricota y la muzzarella y distribuimos por encima los boquerones. Las colocamos sobre la piedra a temperatura máxima y con el horno muy caliente y retiramos cuando los quesos comienzan a gratinarse.
Regamos con aceite de oliva, pimentamos y servimos de inmediato.
Salvo que detesten algunos de sus ingredientes, una pizza riquísima!

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