MASA
– 200 g de harina 0000 (refinada) + 50 g de semolina (aprox)
– 2 huevos grandes
– 2 cucharaditas de aceite
– 100 g de espinacas congeladas
– 1/2 cucharadita de sal
– 1 pizca de pimienta blanca
RELLENO
– 400 g de hojas de espinaca congeladas
– 150 g de muzzarella en trozos pequeños
– 100 g de corazón de reggianito rallado
– 100 g de sardo semiestacionado rallado
– 1 huevo
– sal, pimienta negra recién molida y nuez moscada
SALSA
– 6 tomates perita maduros pelados y sin semillas
– 2 dientes de ajo picados
– 4 cucharadas de aceite de oliva
– 1 puñado de hojas de albahaca fresca troceada
– sal y pimienta negra recién molida
– Parmesano recién rallado
Seguimos las indicaciones del envase de las espinacas congeladas para cocinar y luego dejamos entibiar y escurrimos muy bien. Tomamos unos 40 g y procesamos junto con los huevos, la sal y la pimienta.
Hacemos una corona con la harina (puede ser dentro de un bol), volcamos en su centro la mezcla anterior y con un tenedor vamos incorporando la harina al centro mientras revolvemos. Continuamos integrando con la ayuda de un cornete, volcamos sobre la superficie de trabajo y amasamos por unos minutos hasta obtener una masa suave. Hacemos un bollo, envolvemos en papel film y dejamos reposar.
Para el relleno picamos groseramente la espinaca remanente, mezclamos con los quesos y el huevo y condimentamos ligeramente.
Estiramos la masa hasta el penúltimo punto de la máquina y dividimos en 2 ó 4 tiras de tamaño similar. Con una cucharita vamos colocando el relleno dejando unos 5 cms entre cada uno; pincelamos los bordes con agua, cubrimos con la otra tira presionamos suavemente con los dedos alrededor de los rellenos para quitar el aire y con un cortapastas sellamos y cortamos. La masa excedente podemos recuperar y volver a estirar.
Para la salsa, pelamos los tomates, despepitamos y procesamos. En una sartén salteamos los ajos picados a partir de aceite fría, incorporamos los tomates y cocinamos a fuego suave, mezclando cada tanto hasta que se reduzca aprox a la mitad; salpimentamos.
Ponemos a hervir abundante agua con sal y una vez rompió a hervir echamos dentro los ravioles y cocinamos al dente, no más de 3`.
Mientras, incorporamos las hojas de albahaca en la salsa, mezclamos y mantenemos a fuego suave.
Escurrimos la pasta, volcamos dentro de la sartén con la salsa a fuego suave, mezclamos y servimos de inmediato en platos precalentados, rociando por encima parmesano recién rallado, pimenta negra y un chorro de aceite de oliva.