Va aquí la receta, en su honor y para que muchos más se animen a prepararla y disfrutarla junto a sus queridos; está en tazas, tacitas, cucharas, cucharitas, exactamente como me fue enseñada…Para una savarín grande (30 cms):
– 2 tazas de harina leudante
– 5 huevos grandes
– 1 taza de azúcar
– 1/2 taza de aceite
– 1/2 taza de miel
– 1/2 tacita de té o café (le daría color más oscuro)
– 1/2 copita de licor seco o coñac
– 1 cucharadita de canela
– 1 pizca de sal
– 1 pizca de clavo de olor
– 1/2 cucharadita de polvo de hornear
– 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
– 1/2 taza de nueces partidas
– algunas gotas de jugo fresco de limón
Encendemos el horno. En un bol grande batimos los ingredientes líquidos salvo las claras; mezclamos los secos y los incorpormamos.
Batimos las claras con una pizca de sal y cuando están llegando a punto nieve agregamos unas gotas de limón y de a poco todo el azúcar, continuando el batido hasta formar un merengue.
Incorporamos las clara a la mezcla, primero un tercio mezclando y luego el resto realizando con una espátula movimientos suaves y envolventes. Colocamos en el savarín ligeramente aceitado; dejamos descansar unos minutos y, “muy importante” dice mamá, damos unos golpecitos en la base para hacer desaparecer grumos o burbujitas que pudiera haber.
Llevamos a horno moderado por unos 30′ (estará lista cuando veamos se despega del molde y haya tomado un atractivo color dorado oscuro). Retiramos y dejamos orear sobre rejilla.
Shaná tová!
2 respuestas
Me da gusto compartas recuerdos tan bellos , como tus recetas . Bendiciones. Eva
Muchas gracias Eva, los mejores deseos!