Clases de cocina personalizada

PIZZA A LA PIEDRA DE CEBOLLA CARAMELIZADA, CHAMPIÑONES FRESCOS Y MUZZARELLA

Un preciosa pizza y con un sabor delicioso y diferente, gustó mucho en un evento que preparamos el fin de semana pasada. De paso, su sabor delicado sugiere ser servida entre las primeras si si la idea es degustar una variedad de pizzas, tal como es nuestra propuesta habitual.


MASA, para 4 pizzas
– 500 g de harina 0000 (refinada)
–   10 g de levadura fresca
– 300 cc de agua
–   50 cc de aceite de oliva
–     1 cucharadita colmada de sal
–  1/4 cucharadita de pimienta blanca

COBERTURA , por pizza
– 100 g de champiñones fileteados
–       salsa de tomates frescos (ver abajo)

–  1/2 kg de cebolla
– 100 g de muzzarella rallada
–       aceite de olica
–       sal y pimienta negra recién molida

Hacemos una corona con la harina y la sal por fuera y en su centro volcamos el agua y disolvemos la levadura; incorporamos con cuidado la harina y cuando comienza a formarse la masa agregamos el aceite. Amasamos por unos minutos, cubrimos y esperamos unas 3 hs hasta a que duplique su volumen (el tiempo depende siempre de la cantidad de levadura empleada y la temperatura ambiente); la masa debe quedar casi pegajosa. 

Para caramelizar las cebollas las cortamos en juliana y cocinamos en una cacerola con unas gotas de aceite y un poco de agua a fuego muy suave por 45´ a 60´ mezclando cada tanto. En un momento veremos que la cebolla comienza a oscurece, señal que se está caramelizando; agregamos unas gotas de aceto balsámico,  mezclamos y retiramos del fuego.

La salsa de tomates propuesta es simplemente tomate maduro procesado y condimentado con sal pimienta, orégano, ají molido y un poco de aceite de oliva. Si no es época de tomates o estamos muy apurados podemos también emplear tomate triturado de buena calidad.

Salteamos los champiñones en un poco de aceite de oliva a fuego suave por 5´.

Pasado el tiempo de levado volcamos la masa sobre la superficie de trabajo, desgasificamos, dividimos en 4 partes, bollamos y dejamos reposar en superficie enharinada y cubiertos al menos por 30´ y hasta unas 2 hs (al emplear poca levadura la masa se mantiene relajada y sin levar por bastante tiempo).

Encendemos el horno con bastante anticipación, las piedras refractarias deben estar tan calientes como sea posible.

Con la ayuda de un palote estiramos los bollos bien delgados dándoles forma rectangular y alargada (ello va a facilitar cortar porciones relativamente pequeñas y comerlas con la mano); pincelamos con la salsa de tomates y con una pala vamos depositando las pizzas de inmediato sobre la piedra del horno muy caliente y a máxima temperatura. La idea es marcarlas (3´a 5´ dependiendo de la temperatura de la piedra) de modo de facilitar el trabajo a la hora de recibir a los comensales.

Distribuimos sobre la pizza la cebolla caramelizada y por encima la muzzarella y los champiñones.

Con la ayuda de una pala la depositamos sobre la piedra bien caliente y a temperatura máxima hasta que la masa se vea crujiente y el queso comience a gratinarse.

Al retirar rociamos con aceite de oliva, pimentamos y servimos de inmediato.

Una deliciosa pizza, delicada, diferente…

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