– 1/2 cebolla colorada picada
– 1 diente de ajo picado
– 1 cuchrarada de aceite de oliva
– 1 cucharada de manteca
– 1 tacita de vino blanco
– 1/2 litro de caldo de verduras hirviendo
– 2 tomates maduros pelados, despepitados y cubeteados
– 50 g de hojas de rúcula troceadas
– 1 puñado de hojas de albahaca picada
– 100 g de muzzarella cubeteada o rallada
– 50 g de parmesano recién rallado
– sal (poca) y pimienta
En una sartén grande calentamos el aceite de oliva con la mitad de la manteca y freímos el ajo y la cebolla hasta que comienzan a colorear; añadimos el arroz y, revolviendo, cocinamos hasta que se vuelva traslúcido, unos 2´.
Desglasamos con el vino blanco y en cuanto este se haya absorbido vamos agregando el caldo de a cucharones, siempre mezclando y esperando a que uno se haya absorbido completamente para adicionar el siguiente.
Luego de unos 15´, cuando el arroz está casi al dente (antes del último cucharón), agregamos los tomates, la rúcula y la albahaca; incorporamos el caldo restante, mezclamos, agregamos el resto de la manteca y los quesos, volvemos a mezclar, salamos ligeramente y pimentamos. Retiramos del fuego, tapamos y esperamos unos 5´ antes de servir.
Lo preparé ayer al mediodía como almuerzo-experimental y lo degusté mientras miraba llover torrencialmente por el enorme ventanal de la sala de doble altura de El Arte de Amasar, fue una fiesta para la vista y una fiesta para el paladar!