– 15 g de levadura fresca
– 300 g de agua
– 1 tacita de sake
– 5 láminas de algas marinas
– 10 g de sal
– semillas de sésamo
– harina de maiz para espolvorear c/n
Hacemos un volcán con la harina y en su centro disolvemos la levadura desmenuzada en el agua; mezclamos un poco, adicionamos la sal y amasamos hasta lograr una masa suave y sedosa.
Una vez levada la masa la desgasificamos, volcamos sobre una superficie espolvoreada con harina de maíz y con la ayuda de un palote la extendemos hasta darle una forma rectangular con un grosor de aprox 1/2cm.
Rociamos la masa con un poco de sake, distribuimos por encima las láminas de algas troceadas, rociamos nuevamente con sake de modo de hidratarlas bien y floreamos con las semillas de sésamo.
Encendemos el horno. Hacemos un rollo con la masa y con un cuchillo de sierra filoso lo cortamos en trozos de 1cm. Colocams los trozos en una asadera de horno ligeramente engrasada dejando suficiente espacio entre ellos, cubrimos y dejamos levar por 30´ a 40´ en un ambiente cálido.
Con un rociador hidratamos el horno y horneamos a 200* por 12´ a 15´ hasta que los panecillos se vean dorados. Retiramos y dejamos orear sobre una rejilla.
Dice Bertinet en referencia a estos panecillos “son fantásticos servidos con un vaso de sake bien frío antes de una comida, o bien como original aperitivo en una fiesta, o también como acompañamiento de salmón ahumado marinado con un poco de wasabi y jengibre en conserva como entrante...” Me parecen todas excelentes ideas!