– 500 g de harina 0000 (refinada)
– 250 g de agua
– 50 cc de aceite
– 1 cucharadita de sal
– 1/4 cucharadita de pimienta blanca
RELLENO
– 1 kg de calabaza
– 200 g de muzzarella rallada o troceada
– 100 g de provolone rallado
– 3 cebollas de verdeo
– aceite de oliva c/n
– 1 huevo + otro para pintar
– sal y pimienta
– ají molido o peperoncino opcional, según dulzor de la calabaza
Hacemos un volcán con la harina y volcamos en su centro el agua, el aceite, la sal y la pimienta. Integramos los ingredientes y amasamos hasta lograr una masa tierna y suave. Colocamos en bolsa de nylon y dejamos reposar por lo menos por 30´.
Hacemos algunos cortes en la calabaza y la ponemos a hornear hasta tiernizar, unos 30´; dejamos entibiar, quitamos cáscara y semillas y hacemos un puré.
Picamos la parte blanca de la cebolla de verdeo y la salteamos hasta dorar apenas en una sartén con un poco de aceite de oliva. Picamos la parte verde más tierna de las cebollas y reservamos.
Mezclamos el puré con la cebolla de verdeo, los quesos y el huevo batido y condimentamos a gusto.
Con la ayuda de un palote estiramos la masa sobre una superficie enharinada hasta un grosor de aprox 1/2 cm y con un molde cortante hacemos las tapas (los restos los juntamos y volvemos a amasar y estirar, nada se pierde…).
Colocamos una cuchara no muy llena de relleno sobre cada tapa, cerramos, hacemos el repulgue de nuestro gusto y colocamos sobre una asadera ligeramente engrasada.
Pincelamos con huevo y horneamos a 200* / 220* por unos 15´, hasta que se vean bien doradas.
Una vez sacadas del horno, si hay gente alrededor desaparecerán desaparecen seguramente rapidísimo!
Una respuesta
Que ricas y que bueno que la masa no lleve grasa de peya!!