Clases de cocina personalizada

RISOTTO DE REMOLACHAS ASADAS Y OLIVAS NEGRAS

En la clase de anoche con Belén, Lucila y mamá Cristina (que parece más bien la hermana mayor…), les mostré las técnicas precisas para preparar un risotto tradicional y me jugué luego con un risotto “de autor” que prepararon ellas mismas y que hasta para mi sorpresa salió buenísimo, los contrastes de sabores me parecieron (modestamente…) excelentes.  Más aún, acabo de comer un poco que quedó frío y continuó estando delicioso Lo recomiendo especialmente, estoy seguro se sorprenderán de lo bueno que les resulta. Para 2 personas como plato único.

–    1 taza de arroz carnaroli o arbóreo

–    2 remolachas medianas
–    2 y 1/2 tazas de agua hirviendo (o algo más)
–    1 tacita de vino tinto
–    1 cucharada de aceite de oliva
–    2 cucharadas de manteca
–    1 diente de ajo picado
– 1/2 cebolla picada
–    1 cucharada de parmesano recién rallado + láminas para decorar
– 1/2 cucharadita de peperoncino molido (o ají molido si no consiguen)
– 1/2 cucharadita de mix de pimientas (o pimienta negra si no consiguen)
–  8 a 10 aceitunas negras picadas
–        ciboulette picado

Horneamos las remolachas enteras hasta que estén apenas tiernas, unos 45´. Retiramos del horno, pelamos, procesamos y reservamos.

En una sartén grande calentamos 1 cucharada de manteca con 1 de aceite de oliva y salteamos la cebolla, el ajo picado, el peperoncino y el mix de pimientas; en cuanto transparentó la cebolla, incorporamos la taza de arroz, mezclamos y luego de 2´ desglasamos con el vino tinto. 

Una vez se abosrbió el vino tinto añadimos las remolachas procesada junto con un cucharón de agua y, siempre mezclando, vamos añadiendo el agua de a cucharones en la medida que el arroz lo vaya requiriendo.

Pasados unos 17` y casi ya sin agua el arroz debería estar casi al dente; añadimos entonces una cucharada de parmesano y otra de manteca; mezclamos, apagamos el fuego, tapamos y esperamos unos 10´ antes de servir.

Servimos distribuyendo por encima las aceitunas picadas, láminas de parmesano (las hacemos con un pelapapas o cuchillo filoso) y ciboulette (o perejil) picado.

A Belén y Lucila no les gustaba nada la remolacha (no recordaban siquiera cuando la habían probado por última vez). Este risotto les encantó sin embargo, no es poca cosa…

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