Clases de cocina personalizada

GRISINES CON SALVADO Y ROMERO

Hay muchísimas recetas para preparar grisines, son relativamente sencillas pero si lo intentan verán que no es tan fácil que salgan y se mantengan sabrosos y crocantes. Esta receta que presento es también sencilla y probadamente exitosa (los estoy comiendo ahora mismo y los hice hace varios días…), espero les resulte útil. Para completar una asadera grande, o algo más, ségún lo delgados que los hagamos:

–  200 g de harina 000 (común o de fuerza)

–   40 g de salvado de trigo
– 120 cc de agua
–     2 cucharadas de aceite
–   10 g de levadura fresca
–     1 cucharadita de extracto de malta o miel
–     5 g de sal (1 cucharadita no muy colmada)
–     1 cucharadita de hojas de romero fresco partidas

Hacemos una corona con la harina y la sal por fuera y en su centro disolvemos la levadura en el agua junto con la miel.

Vamos incorporando de a poco la harina al líquido,  adicionamos el romero y el aceite y amasamos hasta integrar completamente. No se requiere mucho amasado, no necesitamos que la masa desarrolle tanta fuerza.

Hacemos un bollo, cubrimos y dejamos reposar por 15´

Con un palote estiramos la masa formando un rectángulo lo más delgado posible; floreamos ligeramente su superficie con harina, doblamos sobre sí mismo y volvemos a estirar. Repetimos la operación 4 ó 5 veces (esto nos asegurará que los grisines queden secos). Cubrimos y dejamos levar por 30´. Encendemos el horno.

Volvemos a estirar un poco la masa (dependiendo de cuán delgados deseemos los grisines) y con un cochillo filoso o cortapastas cortamos en tiras del grosor deseado y, en lo posible, de una longitud del ancho de la asadera.

Presionamos suavemente los extremos de los grisines y los colocamos en la asadera previamente enharinada o pincelada con aceite; cubrimos y esperamos 15´ antes de llevarlos al horno.

Horneamos en horno mederado de 10´ a 15´ hasta que hayan adquirido un color casi tostado, y controlando al mismo tiempo que no se quemen. Retiramos y dejamos orear.

Resultan muy sabrosos y persistentemente crocantes, cuesta dejar de comerlos…Si logran que sobren algunos, se conservan perfectamente en recipiente de vidrio cerrado o bolsa de nylon.

Y si les interesara aprender, saber más, experimentar sobre El Arte de Amasar, contáctense con nosotros, será un gusto!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Consulta? Dejame tu mensaje aquí