Clases de cocina personalizada

RAVIOLES MUY VERDES CON CREMA DE CHAMPIGNONES Y HONGOS DE PINO

Estos ravioles de espinaca con crema de champignones y hongos de pino resultaron exquisitos, un hallazgo en mi opinión. (No menciono los comensales pero espero alguno lea esta publicación y comparta su opinión…). Para 4 a 6 personas:

MASA

– 330 g de harina 0000 (refinada)
–     2 huevos grandes
–  50 a 60 g de espinacas blanqueadas y muy bien escurridas
–     3 cucharaditas de aceite de oliva
– 1/2 cucharadita de sal
–    1 pizca de pimienta blanca

RELLENO
– 750 g de hojas de espinaca (3 paquetes)
– 250 g de queso crema
–     1 huevo
–        pan rallado, c/n
–        sal y pimienta negra

SALSA
– 250 g de champignones frescos
–   75 g de hongos secos de pino fileteados
–     2 dientes de ajo picados
–     2 cucharadas de aceite de oliva
–     1 pote de crema
–     1 copa de vino blanco (cuanto mejor, mejor…)
–     1 cucharón del agua de la cocción de la pasta

MASA: La preparamos del modo habitual (ver “Masa para pasta al huevo, técnicas básicas“) sólo que en esta oportunidad procesamos previamente los huevos con las espinaca blanquedas y escurridas. Según el tamaño de los huevos y la humedad de las espinacas podemos tener que adicionar alguna/s cucharadita/s de aceite de oliva.

RELLENO
Lavamos, blanqueamos, escurrimos muy bien y troceamos las hojas de espinacas; procesamos luego con el queso crema y el huevo; agregamos un poco de pan rallado si encontramos necesario y salpimentamos. Dejamos enfriar antes de preparar los ravioles del modo habitual.

SALSA
Hidratamos previamente los hongos de pino en agua tibia y una vez hidratados escurrimos y picamos. En una sartén grande salteamos los ajos picados en el aceite de oliva y apenas comienzan a tomar color incorporamos ambos hongos. Luego de unos minutos agregamos el vino blanco y pasados 5′ la crema. Salpimentamos, procesamos 2/3 de los hongos (el resto volvemos a incorporar luego a la salsa sin procesar) y continuamos la cocción a fuego muy suave mientras ponemos la pasta a hervir en abundante agua con sal.

Retiramos la pasta al dente (no más de 2′ de cocción), escurrimos y  volcamos dentro de la sartén junto con el cucharón de agua; mezclamos y servimos de inmediato en platos (o fuente) previamente precalentados.

A esta pasta la considero muy digna de mi muy personal “Cuadro de Honor”, me resultó deliciosa!

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