Esta tarta, no muy habitual yo creo, salió riquísima. Por la mañana había visto unos brócolis lindísimos en la verdulería y me pareció que combinarían muy bien con las manzanas verdes; luego pensé en un queso, y pudo haber sido de cabra, gorgonzola, pero no tenía ninguno de ambos y sí provolone, por lo cual decidí experimentar con lo que tenía. Es así en la cocina real, verdadera, procuramos preparar cosas ricas con lo que tenemos, con lo nos resulta más asequible; es cuestión de ir probando, ensayando combinaciones. Empleé también yogurt en lugar de crema (siempre funciona, lo recomiendo) y un toque de comino que también aportò lo suyo. Para una tarta mediana, para 2 personas como única comida:
MASA
– 200g de harina 0000 (la más refinada)
– 60cc de aceite (una tacita casi llena)
– 60cc de agua(una tacita casi llena)
– 1/2 cucharadita de sal
– 1 pizca de pimienta blanca
RELLENO
– 600g de flores de brócoli
– 1 manzana verde grande fileteada
– 100g de queso provolone o de cabra, o gorgonzola, en trozos pequeños
– 1 pote de yogurt (200cc)
– 3 huevos grandes
– 1 cucharadita colmada de comino
– sal y pimienta negra
Encendemos el horno. En un bol mezclamos los ingredientes de la masa, amasamos hasta integrar y dejamos reposar dentro de una bolsa de nylon.
Lavamos y cocemos 5′ al vapor las flores de brócoli, o 3′ en microonda, deben cocerse apenas.
Batimos los huevos con el yogurt y condimentamos.
Con un palote estiramos bien delgada la masa, cubrimos la tartera previamente pincelada con aceite, distribuimos sobre ella la manzana, las flores de brócoli y el provolone y esparcimos por encima la mezcla de huevo y yogurt. Volcamos los excedentes de masa sobre el relleno.
Llevamos a horno moderado por 25′ a 30′. Retiramos y dejamos entibiar antes de desmoldar y servir
Una tarta fresca, liviana, deliciosa; sus ingredientes combinan de maravillas!