Clases de cocina personalizada

ÑOQUIS DE RICOTA Y RADICHETA SALTEADOS EN OLIVA, CON PESTO DE TOMATES SECOS

Una pasta poco convencional, deliciosa y relativamente fácil de preparar; la idea me surgió de una receta que vi de unos ñoquis de rúcula y ricota con una vinagreta de algo…La radicheta tiene un sabor  más intenso que la rúcula y con el pesto de tomates secos combina de maravillas. Para 2 personas como única comida, abundante:

ÑOQUIS
– 500g de ricota, cuanto menos húmeda mejor
– 100g aprox de hojas de radicheta
–     1 huevo + 1 yema batidos
–     harina c/n (de 100g a 150g)
–     sal, pimienta nuez moscasa

PESTO DE TOMATES
– 75 g de tomates desecados
– 50 g de hojas de albahaca lavadas y escurridas
– 50 g de nueces
–   1 diente de ajo picado
–   1 tacita de aceite de oliva extra virgen
–      agua de la hidratación de los tomates c/n
–      sal y pimienta negra, nuez moscada
–      parmesano o sardo recién rallado

Pasamos simplemente la radicheta por agua hirviendo y retiramos de inmediato (basta que se “relaje” un poco); la escurrimos muy bien reservando un poco del agua; dejamos entibiar y picamos.

Hidratamos los tomates secos en agua caliente por 30′.

Procesamos conjuntamente los tomates hidratados, las hojas de albahaca, el ajo picado, la mitad de las nueces, el aceite de oliva, sal y pimienta. Agregamos el agua de los tomates que hiciera falta para lograr la consistencia deseada, no muy espesa. Hacia el final incorporamos la otra mitad de las nueces picadas más rústicamente, mezclamos y reservamos en lugar tibio.

En un bol mezclamos la ricota con la radicheta, los huevos, sal, pimienta y nuez moscada. Sin presionar demasiado incorporamos la harina sólo necesaria para poder trabajar la masa.

Sobre una superficie de trabajo ahora sí generosamente enharinada hacemos chorizos de aprox 2cms de diámetro y con un cuchillo cortamos piezas de otro tanto de largo.

Ponemos a calentar abundante agua con sal. Una vez rompe a hervir salamos y echamos dentro los ñoquis y ponemos a calentar el aceite en una sartén mediana; apenas suben a la superficie los retiramos, escurrimos y volcamos a la sartén con el aceite caliente; doramos de ambos lados de modo que quede una pasta crocante por fuera y tierna en su interior (una exquisitez!).

Volcamos dentro de la sartén el pesto, mezclamos y servimos, o emplatamos inmediatamente en platos precalentados, distribuyendo por encima el pesto y queso parmesano recién rallado.

Un plato muy apetecible y con una deliciosa combinación de sabores y texturas.

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