Es época de choclos frescos y debemos aprovecharlos! Esta es una tarta muy sencilla, sabrosa y súper rápida, en la cual se puede reemplazar el choclo fresco por el congelado o de lata si no fuera la época. Como en otras tartas empleo yogurt en lugar de crema y esto tanto por el menor contenido calórico, como por el gusto ligeramente ácido, como porque hago yogur casero y me gusta emplearlo! (es muy fácil de hacer, basta que alguien me lo pregunte y lo explico con todo gusto); el provolone puede también reemplazarse por algún otro queso fuerte. Para 2 personas como comida única o 4 como entrada o acompañamiento en una tartera de unos 25 cms de diámetro:
MASA
– 180 g de harina 0000 (aprox)
– 55 a 60 cc de aceite
– 55 a cc de agua
– 1/2 cucharadita de sal
– 1 pizca de pimienta blanca
RELLENO
– 2 choclos frescos
– 200 g de yogur natural
– 1 cebolla mediana picada
– 3 huevos
– 75 g de provolone rallado
– 1 cucharada de harina (opc., le da cuerpo)
– 1 cucharada de aceite de oliva
– 1 cucharada de hojas de tomillo fresco
– sal y pimienta a gusto
Mezclamos y amasamos los ingredientes de la masa hasta integrarlos bien; envolvemos en nylon o similar y dejamos reposar por lo menos por 30′. Encendemos el horno.
Desgranamos los choclos.
En una sartén calentamos el aceite y salteamos la cebolla a fuego bajo por unos 15′ cuidando no se queme.
Batimos los huevos con el yogur y la harina; incorporamos los granos de choclo, la cebolla y el tomillo, mezclamos y salpimentamos.
Con la ayuda de un palote y sobre superficie enharinada estiramos la masa bien delgada, forramos la tartera previamente engrasada o rociada con rocío vegetal, volcamos dentro la mezcla, floreamos con el provolone rallado y llevamos a horno moderado por 30′ – 35′ hasta que el queso se haya gratinado bien.
Servimos tibia, una simplísima delicia!