Clases de cocina personalizada

AGNOLOTIS CASEROS DE RICOTA Y NUECES, TÉCNICAS BÁSICAS

Pudieron haber sido sorrentinos o cuaquier otra pasta rellena; el propósito es plantear una receta sencilla e ir indicando las técnica básicas a las cuales siempre podamos referir para hacer una pasta rellena. Aquí vamos entonces, para 4 personas:

MASA
– 220 g de harina 0000

– 2 huevos

– 1 chorro de aceite (dependiendo del tamaño de los huevos)

– 1/2 cucharadita de sal

– 1 pizca de pimienta blanca

RELLENO
– 500 g de ricota
– 2 cucharadas de nueces picadas
– sal, pimienta, nuez moscada.
– opcionales: parmesano, muzzarella, jamón, cebolla de verdeo, espinacas, etc.
SALSA DE TOMATES FRESCOS
– 750 g de tomates bien maduros
– 2 dientes de ajo grande
– 2 cucharadas de hojas frescas de orégano
– 2 cucharadas de aceite de oliva
– sal y pimienta negra a gusto
A LA MANTECA
– 100 g de manteca
– parmesano recién rallado
– perejil picado
– sal y pimienta negra a gusto
Para hacer la masa vemos “Masa para Pasta al Huevo, Técnicas Básicas”; la estiramos bien delgada. Para dar forma a la pasta rellena emplearemos un molde aunque siempre podemos hacerlo sólo con un cortapastas, lo que le dará un aspecto un poco más rústica.

Tomamos en este caso el molde de agnolotis, lo enharinamos, colocamos una tira de masa por encima y con una cucharita o manga vamos aplicando el relleno el cual es intencionalmente sencillo: mezclamos la ricota con las nueces, condimentamos y listo. Podemos claro está agregarle cualquiera de los opcionales arriba mencionados como ejemplos.

Con un rociador o pincel humedecemos ligeramente la otra tira, cubrimos la tira con el relleno, presionamos un poco con la mano y luego hacemos rodar con firmeza un palo por encima hasta que se vayan separando. Volcamos sobre superficie enharinada y si no se terminaron de separar acentuamos los cortes con un cortapastas
Podemos servirlos símplemente a la manteca, quedan muy bien: derretimos la manteca en una cacerolita y volcamos dentro la pasta bien escurrida y al dente; mezclamos, emplatamos y esparcimos por encima el queso recién rallado, la pimienta y el perejil picado (o albahaca, u orégano), simple y riquísimo!
La salsa de tomates es también sencilla y sabrosa: salteamos el ajo en un poco de aceite y luego incorporamos los tomates procesados y las hojas de orégano y cocinamos a fuego muy suave mientras se va calentando el agua; hacia el final de la cocción salpimentamos.

Cocemos como siempre la pasta en abundante agua hirviendo con sal; en el caso de la pasta rellena es conveniente reducir el fuego una vez volvió a hervir el agua, a los efectos de que no se rompan.

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