Clases de cocina personalizada

TARTA INTEGRAL DE ESPINACAS, TOMATES SECOS Y ALMENDRAS FILETEADAS

Qué rica que salió:  100% harina integral para la masa, pocas y buenas calorías para el relleno y además le encantó a mi hija Ceci; qué mejor recompensa para un poco de trabajo e imaginación?! Y ojalá les sirva de estímulo para intentarlo, vale la pena. Para una tartera de 25 cms de diámetro:

MASA
– 150 g harina integral extra fina
–   40 g de margarina
–  1/2 pocillo de agua (unas 8 cucharadas)
–  1/2 cucharadita de sal + 1 pizca pimienta blanca

RELLENO
–     2 paquetes de espinacas tiernas
–  1/2 cebolla
–     1 diente de ajo
–     1 cucharada aceite de oliva
–  1/2 pocillo de vino blanco
–     1 puñado de tomates secos
–     1 puñadito almendras fileteadas
–     2 huevos grandes
–     1 cucharada grande de queso crema
–        fécula de maíz c/n
–        sal, pimienta y ají molido a gusto
–     1 cucharada al ras de azúcar
–        aceite de oliva saborizado con ajo y tomillo para rociar por encima, si tienen…

Desmenuzamos con un tenedor la margarina en la harina, incorporamos el agua, la sal y la pimienta y mezclamos sin amasar demasiado; cubrimos y llevamos a la heladera por lo menos por 1 hora.

Seleccionamos, lavamos y escurrimos las espinacas y cocinamos en microondas en recipiente cubierto por 2′; dejamos escurrir sobre colador y presionamos un poco para quitar el líquido excedente.

Volcamos los tomates secos en un recipiente con agua bien caliente y dejamos hidratar por unos minutos. Batimos los huevos con el queso crema y reservamos. Fileteamos las almendras.

Picamos las cebollas y el ajo y transparentamos en una sartén con el aceite de oliva; desglasamos con vino blanco, incorporamos las espinacas y cocemos por unos minutos para que se saboricen y pierdan humedad. Condimentamos a gusto. Encendemos el horno.

Retiramos la masa de la heladera y estiramos bien delgada con un palo sobre superficie enharinada; forramos la tartera ligeramente engrasada (si es de teflón no hace falta engrasar).

Mezclamos las espinacas con los huevos adicionando un poco de fécula de maíz si hiciera falta y volcamos sobre la masa;  echamos por encima los tomates escurridos y partidos por la mitad, las almendras fileteadas y el azúcar bien distribuido. Rociamos por encima con aceite de oliva saborizado con ajo y especias (o similar), le queda muy bien.

Horneamos a temperatura media por 25’a 30′ hasta que quede doradita; retiramos y desmoldamos preferentemente sobre rejilla.

Como algunas otras tartas, caliente o tibia es deliciosa; fría no quedó para probar…

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