Hace unos años leí en el New York Times una extraña receta de un pan sin amasar; me dio curiosidad y me propuse intentarlo.Los panes no salieron mal, más aún, algunos amigos que los probaron hasta amagaron con comprarlos… pero a mí no me terminaban de convencerme.
Ahora, después de unos años y después de haber experimentado bastante en esto de hacer panes, se me ocurrió revisar la receta con ojos un poco más “experimentados”, recordando esto de que lo sencillo no es necesariamente fácil, tal y como me fue enseñando la vida en el precioso y continuo proceso de vivirla justamente con más sencillez…
Volví entonces a hacer este sorprendente pan sin amasar y me salió tan pero tan bueno que se lo dedico a mi hijita Ceci que hoy cumple….21!!
La receta que les paso es tan pero tan sencilla que parece difícil creer, es sólo cuestión de un poquito de cuidado y dejar que el tiempo haga el trabajo…
– 500 g de harina 000
– 420g de agua (entre un 80 y un 85% de la harina)
– 1/4 cucharadita de levadura seca, poquito
– 12 g de sal (dos cucharaditas)
Ya está, listo…Nada de amasado, súper sencillo, precioso, sabroso, distinto, muy especial. No me digan que no da ganas de intentarlo….
2 respuestas
un genio!!!!!! vas descubriendo cada vez cosas bien interesantes….. ahora queremos comprar…. o me tendré que poner a amazar!!!
Gracias amigo, las palmaditas son siempre estimulantes…Y en cuanto a lo de comercializar estas cosas, estoy esperando que las masas clamen por las masas, je