Clases de cocina personalizada

RAVIOLES DE DOS COLORES, RICOTA, MUZZARELLA, PARMESANO Y ESPINACAS

En una Clase de Pastas para Parejas preparamos como principal estos ravioles que resultaron más sabrosos aún que “bonitos”… Resultó una muy buena idea la sugerencia de los participantes, de preparar, como práctica, una de las pastas coloreada y saborizada. La receta, para 4 personas, por si se animan (y si no, desde ya, muy bienvenidos a una Clase de Cocina en El Arte de Amasar!):


MASA CLÁSICA(2 porciones)
– 100 g de harina 0000 (refinada)
–     1 huevo
–     1 pizca de sal 

MASA CON ESPINACAS
– 120 g de harina 0000 (refinada)
–    1 huevo
–  20 g de espinacas, una vez blanqueadas y muy bien escurridas
–   1 pizca de sal

RELLENO, 4 porciones
– 150 g de ricota fresca
–   75 g de muzzarella en trozos pequeños
–   75 g de parmesano rallado
–     1 paquete de espinacas menos lo empleado para la salsa
–       Pimienta negra y nuez moscada

SALSA, 4 porciones

– 100 g de manteca
–   20 a 25 hojas de salvia fresca, según tamaño, troceadas
–       Sal y pimienta negra recién molida
–      Parmesano recién rallado para espolvorear, opcional

Lavamos las espinacas, quitamos los tallos gruesos y cocinamos en microondas por 2 minutos en recipiente tapado; dejamos entibiar y escurrimos presionando tanto como nos sea posible. Tomamos 20 g y procesamos junto con el huevo.

Hacemos una corona con la harina y la sal, volcamos en su centro el huevo saborizado y con un tenedor vamos incorporando la harina al centro mientras revolvemos. Continuamos integrando con la ayuda de un cornete, volcamos sobre la superficie de trabajo y amasamos por unos minutos hasta obtener una masa suave. Hacemos un bollo, envolvemos en papel film y dejamos reposar.

Para la masa al huevo tradicional seguimos el mismo procedimiento sin añadir las espinacas.

Para el relleno picamos finamente la espinaca remanente, mezclamos con los quesos y condimentamos.

Estiramos la masa hasta el punto 7 de la máquina y dividimos en 2 ó 4 tiras de tamaño similar. Enharinamos la base de una tira, la colocamos sobre el molde de pastas elegido y con una cucharita vamos colocando el relleno. Cubrimos con otra tira, presionamos suavemente y luego pasamos un rodillo de modo de marcar y cortar. Volcamos sobre la superficie de trabajo y con un corta pasas completamos el cortado. Recuperamos y volvemos a estirar la masa excedente.

Con un cuchillo filoso hacemos una cruz superficial en la punta de los tomates y los llevamos a un recipiente con agua hirviendo por 30’. Colocamos en un bol con agua fría y luego pelamos fácilmente. Quitamos las semillas y la parte blanca interior y cubeteamos. En una cacerola ponemos a hervir abundante agua.

Unos minutos antes de poner a hervir la pasta, en una sartén grande cocinamos la manteca hasta que comience a oscurecerse y a despedir su olor característico; incorporamos entonces las hojas de salvia, mezclamos y continuamos la cocción hasta 3 ó 4 minutos. 

Cuando el agua rompió el hervor, incorporamos la pasta y retiramos al dento, no más de 3 minutos. Retiramos, escurrimos y volcamos dentro de la sartén, mezclando. 
Servimos en platos precalentados igual cantidad de ravioles de cada color. Dejamos a los comensales la posibilidad de adicionar parmensano, aunque no lo recomendaría, no le hace falta para nada.

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