– 450 g de tubos de calamar cortados en rodajas delgadas
– 1 cebolla grande picada
– 3 dientes grandes de ajo picados
– ¼ litro de vino blanco seco
– 1,5 litro de caldo de frutos de mar, caliente
– 50 g de manteca
– 2 cucharadas de aceite de oliva
– Perejil picado, abundante
– Ralladura de 1 limón
– Sal y pimienta negra recién molida
En una sartén grande con la mitad de la manteca y 1 cucharada de aceite de oliva salteamos los mariscos a fuego vivo hasta que los camarones se tornen rosados y los calamares se tiernicen, unos 3’, no más, si nos excedemos estos se volverán a endurecer. Retiramos y reservamos
Reducimos el fuego a medio y volcamos dentro de la sartén la cebolla y luego de 2’el ajo.
Apenas comienzan a colorear incorporamos el arroz y revolvemos. Luego de otros 2’ó 3’ desglasamos con el vino blanco, siempre mezclando.
Una vez el alcohol se haya evaporado y el líquido absorbido vamos agregando el caldo caliente de a cucharones y, sin dejar de revolver añadimos el siguiente en cuanto se haya absorbido casi completamente el anterior.
Cuando el arroz está casi a punto (15’a 18′ según las instrucciones del envase) incorporamos los frutos de mar y la mitad del perejil. Cocinamos hasta que el arroz esté al dente y al mismo tiempo el risotto bastante cremoso, agregamos la cuchara de manteca, la ralladura de limón y otro poco de perejil. Mezclamos, revisamos sabor, salpimentamos, tapamos y esperamos algunos minutos antes de servir.
Servimos en platos hondos floreando con otro poco de perejil picado. Dejamos a los comensales la posibilidad de adicionar queso rallado (costumbre muy argentina), aunque el (argentino) que suscribe no lo recomienda, taparía el sabor más delicado de los mariscos.