– 100 g de tomates secos (tiernos, de color rojo brillante)
– 600 cc de caldo de verdura caliente, aprox
– 1 cebolla picada
– 2 dientes de ajo picados
– 1 cucharadas de manteca
– 1 cucharada de aceite de oliva
– 100 cc de vino blanco
– 150 g de muzzarella rallada o troceada
– 2 cucharadas de parmesano rallado + adic a gusto del comensal
– 2 cucharadas de hojas de albahaca picada
– sal y pimienta negra
Con un par de horas de anticipación ponemos a hidratar los tomates en 2 veces su cantidad de agua (si no lo hicimos podemos también acelerar el proceso con unos minutos en microonda).
En una sartén grande derretimos una cucharada de manteca con el aceite de oliva y una pizca de sal y salteamos la cebolla y el ajo picados; cuando comienzan a colorearse agregamos el arroz, dejamos nacarar y desglasamos con el vino blanco.
Una vez absorbido el vino comenzamos a incorporar el caldo de a cucharones, en la medida en que el arroz lo vaya “pidiendo” y mezclando permanentemente.
Junto con el último cucharón de caldo, luego de unos 17´, incorporamos la muzzarella y el parmesano rallado, revisamos sal y pimienta, mezclamos, añadimos la albahaca picada reservando algunas hojas para decorar, apagamos el fuego, tapamos y esperamos 5´ antes de servir.
Como decía al inicio, si los ingredientes, y en especial los tomates son buenos, el éxito de este risotto está garantido!